Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

lunes, 22 de junio de 2015

Una canción triste

Las historias tienen tantas versiones como personas intervienen en ella, y ser ecuánime a veces a la hora de expresar una opinión, si destila conflicto, para un ojo ausente solo por lo que le cuentan, se convierte en una vorágine muy obtusa que rara vez acaba siendo justa, pues es difícil dejar que los sentimientos no se impliquen en alguna de las partes, bien sea por intereses personales, o cualquier otro tipo de afinidades....
Siempre he pensado frente a todo, que el cerebro para pensar con ecuanimidad ha de estar impávido, frío, y que nunca podrá haber justicia en nada si elegimos prioridades que estén reñidas con la evidencia de una verdad, aunque ésta no nos sea favorable, y es tan difícil ser justo, a veces tanto, como permitir que te pinchen y no te duela...



Una canción triste

Una canción triste tiene la brisa
rasga sus notas en mil pedazos
las echa en brazos de su viento
camino de soplar en el desierto.

Cisne moribundo de triste adiós
gimes con el peso del silencio.
Bailas, y bailas el sueño de tus aguas
en ese vals que reconcilia las olas
con un mar que devora las horas muertas.

Alguien vendrá después,
Sí, mucho después de nadie.
con ese roce sensual, dulce,
tan sobrecogido de adioses
y no será suficiente el arrastre.
Sí, el arrastre de sensaciones
para mantenernos extasiados,
quietos, sordos y ciegos.

Canción triste, nana de brisa
duerme al cisne moribundo
su lago es un istmo entre dos bahías,
que nunca podrá ser río 
que nunca podrá alcanzar la mar…



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