Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

domingo, 20 de abril de 2014

Lasitud


Lasitud

Me dicen que no miro al mar
que es el mar el que me mira,
grandioso, dominante, e interminable
marea de sueños, de grandes olas
golpeando mis emociones, furiosas.

Pienso en lo absurdo como cierto,
y me digo distraída, si encontré en verdad
un lugar en tu celoso corazón.
¡Que me guarde en un palpito!
Mientras oigo el desmemoriado reloj.

Hace tanto tiempo que abrí la puerta
en la tupida niebla de mi recuerdo.
Cansados murmullos distraen la muerte
del irónico cansancio de la inteligencia,
en el aire limpio y frío de la estrella
que rige cada momento de mi vida. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"